miércoles, 22 de julio de 2020

Después de 33 años, exhabitante de calle se reencuentra con su familia


"Mi familia me espera con los brazos abiertos porque sabe que mi vida es diferente. Estoy ansioso, nervioso, pero sobre todo tengo algo que no experimentaba hacer rato: una felicidad real”.

Esa emoción es la de Obed Márquez, un ciudadano de Medellín que resultó viviendo en las calles de Bogotá, justo antes de volver a ver a su familia tras 33 años de ausencia. 

“Se me quería salir el corazón. Se me iba la respiración, veía muchas cosas cambiadas, pasaron años que en minutos llegarían a su fin”, dijo este hombre que a los 23 años salió de su casa en busca de aventuras y resultó viviendo las más extremas en la capital del país.

Trabajó como reciclador y expendedor de drogas, ya había sentido el peso de las mafias que manejaban ese negocio en el desaparecido Cartucho, y había estado a la deriva, sin un rumbo fijo.


Finalmente había encontrado un refugio en el asfalto, en el Canal Comuneros, de donde lo rescataron los ‘ángeles de calle’ de la Secretaría de Integración Social cuando el distrito realizó la intervención para acabar con esa y otras ollas como el Bronx, en pleno centro de la ciudad.

Fue en el hogar de paso Bakatá, uno de los centros que tiene la ciudad para los habitantes de calle, donde empezó un proceso de rehabilitación que culminó con su regreso a Medellín y el reencuentro con su familia.   

“Obed superó todos los pasos que hay para volver a tener un proyecto de vida y salir del mundo de las drogas y del mundo de la habitabilidad de calle que tantas consecuencias trae para la salud física y mental”, expresó Xinia Navarro, Secretaria de Integración Social, quien recalcó que casos como el de este paisa ratifican que los servicios que presta la entidad transforman la vida de las personas y permiten generar nuevas oportunidades, siempre respetando la dignidad humana y el libre desarrollo de la personalidad.

“Cuando Obed aceptó nuestra ayuda era una persona temerosa que, poco a poco y gracias a su empeño y al trabajo del equipo interdisciplinario de la Secretaría de Integración Social, empezó a creer en sí mismo y en su proceso de recuperación de hábitos y abandono definitivo de las calles”, cuenta Fabián Rico, líder del abordaje en territorio de la subdirección de Adultez.  

Al ver su evolución, el equipo interdisciplinario que lo atendió contactó a sus familiares y preparó el terreno para el encuentro. “Siempre nos estremece de felicidad cuando los participantes vuelven a encontrarse con los suyos”, dice el líder de abordaje en territorio.   

Tras superar los 9 meses de riguroso trabajo con Obed, los ´ángeles’ realizaron los trámites y permisos para que Obed viajara vía terrestre hacia Medellín, aún con la pandemia de por medio. 

Sus profesores y otros exhabitantes de calle que como él quieren un final feliz, lo despidieron entre lágrimas de alegría. Llegó a Medellín de noche y tomó un taxi que lo dejó frente al portón tras el que lo esperaban hermanos, sobrinos y otros familiares que no conocía, para darle esa afectuosa bienvenida que pensaban ya no sucedería.

Hoy en el seno familiar, Obed y sus parientes se sienten muy agradecidos con los servicios integrales que presta la Secretaría de Integración Social, con los cuales ciudadanos exhabitantes de calle han podido salir de las calles y encontrar a sus familias.  Obed quiere iniciar un negocio y, con el apoyo de su familia, espera que llegue el momento para comenzar a trabajar y reafirmar que cuando se quiere, se puede.

Fuente:SDIS