Columna de Opinión
Estoy indignado: Estaba viendo noticias Caracol, y faltó poco para que el director del noticiero dijera que el gobierno del presidente Petro fabricaba y mandaba las fuertes lluvias a diferentes regiones del país.
Por: Guillermo Gálvez L.
Definitivamente los medios de comunicación que identificamos como masivos son un arma peligrosísima que se caracterizan por su manipulación política y social para incidir en la opinión de las personas a favor de los intereses de grupos económicos que gobiernan detrás de bambalinas.
Todo el tiempo decían en la emisión del noticiero que el gobierno no había hecho nada y que las comunidades estaban furiosas por los desastres que está causando la oleada invernal.
Por ejemplo, presentaron al alcalde de San Vicente de Chucuri (Santander), un señor claramente de derecha, aprovechando las circunstancias invernales para atacar al gobierno con estos argumentos que a todas luces rayan con la realidad.
Ante la fallida llegada al municipio del director de la Unidad de Prevención y Gestión Riesgo de Desastres porque el helicóptero no pudo aterrizar por el mal tiempo el mal tiempo en la zona, el alcalde ni corto ni perezoso manifestó a su pueblo, que estor era una falta de respeto y abandono por parte del gobierno nacional.
El director de la UPGR claramente no tenía la culpa de lo sucedido, sin embargo, ni el Alcalde ni el señor Vargas director de noticias Caracol cayeron en la cuenta que existieron razones ajenas que impidieron la llegada del funcionario a la zona, pero para el televidente desprevenido lo que queda en su retina es el contexto informativo que presente el noticiero.
Durante todo el informe que tuve la oportunidad de apreciar hablaron solamente del invierno en Colombia y los desastres que esto causaba lo cual se repetía con el mensaje implícito culpando al gobierno por no hacer nada al respecto y para apoyar esta tesis citaron un anuncio o boletín de la procuraduría a través del cual se denunciaba la inoperancia por parte del estado ante la situación que enfrentan cientos de colombianos.
Asi las cosas el medio de comunicación masivo debería estar al servicio del país y su gente, convocar las acciones de solidaridad ante la esta situación, evidenciar los focos donde se requiere mayor apoyo por parte del estado y de los organismos de emergencias que toman atenta nota para expandir su acción que en ocasiones desbordan la capacidad administrativa y operativa.
Lamentablemente los pobres son los más afectados y necesitados, generalmente los encontramos en las zonas de alto riesgo donde al agua busca nuevamente su causen llevándose todo lo que encuentra a su paso a merced de las inclemencias del tiempo, pero eso pasa a segundo plano cuando el interés de culpar al gobierno prima sobre la necesidad de canalizar la información para que las ayudas sean efectivas.
A estos medios de comunicación masiva no les importan las personas y menos los pobres y no se puede decir nada porque es persecución y un atentado contra la libertad de prensa.
Esto no significa caer en la censura indiscriminada y sin filtro, así las cosas, los llamados son válidos cuando no tienen un tinte político y económico, pero es evidente que el comportamiento de la prensa no es la mismo que con los gobiernos anteriores y que por el contrario se evidencia la utilización de un lenguaje cada vez más agresivos.
En este orden de ideas yo me hago la siguiente reflexión: ¿Por qué algunos venden la idea falsa de no ver noticias, en una actitud de avestruz, creyendo falsamente que no existen y no hacen daño? entonces nace otra pregunta: ¿cómo combatir lo que no estamos viendo?, y si lo anterior es tan evidente porqué como ciudadanía no nos manifestamos, no despertamos contra la mala información evidente que solamente ve en la población idiotas útiles de consumo
Deberíamos contar con un defensor del televidente público que tuviera dientes para poner la casa informativa en orden vigilan y sancionan como existe con abogados, contadores públicos, médicos etc., deberíamos contar con un comité de ética que defienda a la población del periodismo ligero e irresponsable.
La Comisión de regulación de comunicaciones no vigila el comportamiento de los canales privados y sus noticieros y los dueños tienen patente de corso para hacer y decir lo que les viene en gana, atropellando los derechos de las personas y manejando los contextos informativos entre verdades a medias y mentiras que logramos evidenciar en muchas oportunidades.
La mala información no es un problema de derecha o izquierda, es un derecho constitucional que tenemos como ciudadanos para informar y estar bien informados es una reacción ante lo considero y un abuso contra nuestra dignidad como ciudadanos.
Guillermo Gálvez L.